martes, 30 de marzo de 2010

Fabricantes de mentiras: El "Carriolismo" periodistico (1ra. Parte)




 Cuando un periodista suelta barbaridades en contra de alguien, está ejerciendo la libertad de expresión. Cuando el alguien le contesta, está atacando la libertad de prensa. El razonamiento es simple y conciso: no se puede retrucar lo que escriben o dicen. 

Pero ¿qué pasa si, a la suelta de cosas sin sentido y datos de dudosas fuentes nunca divulgadas sumamos que son todos inexactos? Veamos un caso de un típico vende-humo, agorero, apocalíptico o, como quieran llamarlo. Este espacio, por lo pronto, lo hará del modo en que rotulará a la mayoría de los opinadores de la tribuna de doctrina: fabricante de mentiras.

Ante todo, este fabricante es un típico exponente del varietal "neoliberal". Allá por septiembre del año pasado, decía que  "La Argentina no necesita un dólar caro para crecer. Necesita previsibilidad, seguridad jurídica y reglas de juego eficientes para atraer inversiones (...) ninguna devaluación o política cambiaria va a sustituir la desconfianza que genera Kirchner por sus medidas arbitrarias ni las barbaridades económicas que suele aplicar (...) lo mejor sería que deje de intervenir en el mercado de cambios y de regular el comercio exterior para que el tipo de cambio, como el de cualquier otro precio de la economía, defina el nivel que debe tener. Claro que, con una medida de este tipo, seguramente quedaría en evidencia la desconfianza de la gente en el Gobierno. Costo que, seguramente, el Gobierno no estará dispuesto a pagar". 

Complicado, eh? Queda claro qué piensa: es evidente. Pero eso de "te digo que hagas esto, pero no lo vas a hacer porque se te va todo al carajo", no solo es una interesante psicopateada periodística, sino que  no refleja cierto asidero con la realidad: ¿cuántas corridas soportó la actual política monetaria y NUNCA nada se fue al joraca? ¿Acaso liberar la política de importaciones y exportaciones permitirá mantener el empleo? Difícil, más cuando en el medio ya volvimos a crecer, por lo que este apocalipsis ya no llegará.

Pero hay más. Con estilo más que barroco (en realidad, así como surgió el majulismo literario, creo que podríamos decir que Cacha es un exponente del Carriolismo periodístico), en octubre nos decía que se venía lo peor.¿Cómo lo sabía? Por esto: "Por mi profesión de economista tengo la posibilidad de conocer el estado de ánimo de los empresarios grandes, chicos y medianos. Del sector agropecuario, industrial, servicios, etc. Es más, mi trabajo me lleva a viajar permanentemente por el interior del país (...) No encuentro lugar ni empresario que no esté sumergido en la mayor de las incertidumbres. Nadie se anima a invertir y viven con miedo a no poder cubrir los costos fijos de sus empresas o a perder parte de su capital. Nadie entiende qué quiere hacer Kirchner y menos porqué hace lo que hace".

Pura desazón. Desolador. Desaparecemos! Pero hay más Carriolismo: "¿Por qué ocurre esto? Porque el Gobierno está empecinado en ir destruyendo un sector productivo tras otro (...) Kirchner ha logrado batir el récord de productividad en la creación de pobreza a pesar de tener todas las condiciones favorables para disminuirla". 


Pucha, y encima nos cagamos de hambre. Estos que se dicen peronistas ¿Más pobres que en el 2001/2002? Me parece que se te fue la mano, Cacha. Bueno, danos otro Carriolismo: "Al recorrer permanentemente el país y comparar lo que somos con lo que podríamos ser si nos gobernara la sensatez, uno no puede menos que desesperarse al ver cómo el empecinamiento en un proyecto hegemónico de poder puede causar tanto daño".

Faaaaaaaaa! Estamos al horno, no llegamos a enero! Ah, pero llegamos! Bueno, algo debe andar mal: o el país, que se empecina en seguir existiendo, o los diagnósticos de Cachanosky. Demosle otra oportunidad.

En noviembre nos describía de modo muy objetivo su visión sobre los conocimientos económicos de Néstor y Cristina: "El matrimonio no puede ofrecerle a la Argentina un proyecto de crecimiento de largo plazo (...)  El profundo desconocimiento sobre cómo funciona la economía y su desprecio por la calidad institucional son el techo que Kirchner le ha puesto al país para poder crecer (...) Con el kirchnerismo, la Argentina tiene un límite definido para subir. En cambio no sabemos hasta dónde podemos caer, porque cada vez que estamos en el suelo, el matrimonio inventa cosas tan locas como empezar a cavar un pozo para hundirnos un poco más. 

Bueno, se ve que no había tomado la azul. Ni la roja, verde ni la mitad amarilla y marrón. Estamos cada vez peor, no caben dudas: a Cacha no le alcanza para las pastillas! Cada vez más hundidos, mirá la industria automotriz, el campo...qué mal les va!
¿Quieren más Carriolismo periodístico? Tomá! "Hoy, el argentino siente que no tiene futuro. No visualiza un mediano y largo plazo que le permita planificar su desarrollo. Se limita a levantarse todas las mañanas y ver cómo puede hacer para sobrevivir.¿Por qué ocurre esta situación de angustiante incertidumbre? Porque el Gobierno, por las razones que fueran, se ha transformado en una cuadrilla de demolición de la economía y ante cualquier opinión contraria, amenaza con avanzar con la máquina topadora para dejar más escombros, regulando, presionando, prohibiendo, etc". ¡Demoler! ¡Demoler! ¡Demoler! Esto es el éxtasis!  

 Para terminar (por hoy, lo que se dice "terminar" es imposible con ciertos medios), el fabricante del día nos deleita con su definición de "riesgo-país": "En rigor el riesgo país no podemos medirlo por la diferencia entre un bono argentino y otro americano de igual maduración. El riesgo argentino es el matrimonio con sus primitivas medidas económicas. Es la ausencia de respeto por los derechos de propiedad, la arbitrariedad de las medidas e imprevisibilidad en las reglas de juego lo que hace que nadie quiera poner un dólar en la Argentina, salvo Néstor Kirchner que compra dólares para, según dice, comprar hoteles cuando todos fugan sus capitales". 

Otro gran ejemplo de prensa seria y sensatez. Y sí, si esto no es doctrina neoliberal, ¿qué es?

Fuente de la imagen: http://bolazosdelosmedios.blogspot.com/

1 comentario:

  1. Es el Plan B que nunca tuvieron compañero, si no podían voltear un gobierno con 6 tapas...

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