Desde este espacio se suelen marcar las canalladas de la prensa argentina. Hoy nos ocuparemos de la internacional, por dos motivos a saber: el excelente post al que llego vía Eva Row acerca de la posición de Van der Kooy respecto al pago con reservas (el de ahora y el del 2005), que ya no ameritan un posteo al respecto, por un lado; y la seguidilla de canalladas periodísticas del diario El País, por el otro.
Los españoles no se andan con chiquitas. Por eso son uno de los "faros" de la prensa hispana. Pues bien, guiándonos por su luz terminaremos reventados contra un acantilado de piedras.
El pasado 27 de febrero, el diario español dio cuenta de "la muerte de un disidente cubano en huelga de hambre". Todo Occidente se hizo eco de la noticia, se cuestionó la visita de Lula a Cuba en el medio de la situación y se escucharon críticas por todos lados. Es cierto que la situación cubana es lo suficientemente compleja para ameritar segundas lecturas, pero la progresía salió inmediatamente a despotricar por lo sucedido. La derecha, ni hablar que lo hizo.
Por suerte Página/12 se hizo eco de un artículo de Atilio Borón que daba cuenta de cual era la real situación del "preso político dejado morir". Si no lo vieron lo pueden hacer acá.
Ahora bien, casi enterrada la polémica, el pasquín español vuelve a arremeter con la situación de Cuba y de los presos "políticos", pero ya de un modo mucho más canallesco que el anterior. En su edición electrónica de ayer publicaron este artículo, donde entrevistan a un "disidente" en "huelga de hambre y líquido".
Pues bien, tras engancharnos con el horror de esta persona que es un "disidente cubano en huelga de hambre", como dice la bajada, que "tiene que haber mártires", como el entrevistado mismo señala junto a que "el gobierno deja morir a sus opositores", nos adentramos en el reportaje que le hicieron. Previamente, lo vemos desde la foto, mirando la luz que entra por la ventana de altura de su celda, ¿no es así?
Resulta que con solo leer unos párrafos, uno se da cuenta de la payasada de todo esto. En primer lugar, porque el "preso político" recibe al enviado del medio "en su casa en Santa Clara" (?), donde lo acompañan "una veintena de opositores". Pero cómo ¿Entonces no está preso? ¿No es que no se pueden reunir los opositores?
En segundo lugar, se aclara que es visitado por dos médicos por día (es decir, tan abandonado no lo tienen), que está en huelga de hambre "para pedir la liberación de los presos políticos" (??) y que le dijeron los psiquiatras que tiene "alta vocación de mártir". Pregunto: ¿Los editores de "El País" se piensan que todos sus lectores son pelotudos, no? ¿Van a darle prensa a cuanto desquiciado ande suelto por ahí que exprese opiniones de acuerdo a la línea editorial del medio?
Por otro lado, pensaba en esta situación pero en Argentina. ¿se imaginan a Castells en huelga de hambre en su casa por los presos políticos, o a favor de los sojeros? ¿Y a De Angeli sin asado y vino hasta que le bajen las retenciones? Ya lo veo a Nelson Castro haciendole un chequeo en vivo para TN y diciendo "esta grave, pero el gobierno no hace nada".
Volviendo a la canallada que ameritó este post, considero que resulta útil prestar atención a este tipo de movidas que hacen en el exterior. Si bien puede resultar extraño o lejano, nos permite recordar que, al igual que la mayoría de las pestes que asolan estas tierras, las hijaputeces de los medios no son inventos argentinos, sino que, también, descendieron de los barcos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario