Sino puedes convencer al Juez, apartalo

La campaña del Monopolio de la calle Tacuarí contra el derecho a la Identidad de los hijos adoptivos de su directora (que, paradojicamente, llevan el apellido de su esposo, Roberto Noble, fallecido antes que los chicos vinieran al mundo) ha ingresado en una "fase 2".

En el día de hoy, fiel a los designios que marca la tradición de la prensa seria en el mundo occidental, publican sin firma el siguiente artículo:

¿Qué significa esto? La mencionada "fase 2". Primero, intentaron silenciar el "problemita" de los hijos adoptivos de la señora directora, no dando ningún tipo de difusión a la causa. Contradictorio por naturaleza, el diario no dejó de dar una interesante cobertura a todas las recuperaciones de nietos que se dieron. El mejor ejemplo es la recuperación de Francisco Madariaga Quintela (el "101"), que fue tapa.

Tras la marcha del miércoles y el multitudinario reclamo, como la más  clara evidencia de que no se puede tapar el sol con las manos ("la realidad se puede tapar", diría el genial publicista del grupo), han decidido cambiar la estrategia. 

Ya no se trata de silenciar el tema. Ahora, se trata de desprestigiar al "enemigo" abstracto, el que no es de carne y hueso ni tiene militancia. En la "fase 2", el grupo va contra el Banco de datos genéticos, la ley que permite la realización de los ADN y su falta de reglamentación. Es decir, ya no se trata de dilatar la cosa. Más bien, se apunta al desprestigio del organismo y todo lo que éste implique.

Habrá que estar atentos. Estas movidas no suelen ser aisladas ni casuales. Sí, ellos también son estrategas. Lamentablemente.