jueves, 8 de abril de 2010

Ante todo, la gente...


Si por esas casualidades de la vida no fuese el diario de mayor tirada del país, ni siquiera lo hojearía. Pero, obvias cuestiones (la tirada y porque "siempre hay que saber lo que piensa el enemigo", diría un general del armisticio) me llevan a caer en sus páginas. 

A las flagrantes faltas de ética en que vienen incurriendo con notas sin firma que no reúnen la cantidad de fuentes necesarias como para armar una nota (operetas se les dicen, hoy publicaron esta, esta otra y aquella), se suma el culto a "la gente".

Ya hemos hablado respecto a esta entelequia social que nos engloba a todos y a ninguno, a la vez. 

También, ya sabemos que los números del INDEC sirven para algunas cosas, pero no dan cuenta de la pobreza "real".

Pero de ahí a confrontar estadísticas con la "sensación de la calle" respecto a la pobreza...¿qué sensación? ¿En qué barrios? ¿franja social? ¿cantidad de la muestra? ¿cual es el índice de precios con el que determinan el nivel de pobreza? Así las cosas, y todas estas preguntas sin responder, la nota se despacha con que "cada vez son más los abuelos que van por el café con leche y la medialuna", o "Aunque las estadísticas oficiales indican una caída en el nivel de pobreza, en la calle la sensación es otra".

Como nos vendieron la sensación de inseguridad hasta hace poco, la "sensación de Estado ineficiente" en los '90 y la "sensación de confort primermundista" con la Convertibilidad, hoy llegó la hora de la pobreza. Sí, hoy. 

Asústese Doña, en breve TN dice que volvieron los saqueos al conurbano... 

1 comentario:

  1. La sensación de la calle puede no coincidir con muchas cosas. Pero ese no es motivo para que "la opinión de la calle" sea Rey. Eso no es democracia.
    Por ejemplo, cuando alguien se desploma en plena calle puede deberse a un desmayo, a un infarto, a la ruptura de un aneurisma, etc. ¿Hay que hacer una encuesta entre los transeúntes para tomar una decisión? Es un ejemplo burdo, pero siguiendo la línea de pensamiento de Clarín, ese sería el camino.

    Saludos.

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