Entre los cubanos y la ¿patota del Indec? (cambian los actores pero los guionistas de las puestas en escena política son siempre los mismos...¿alguien conoce a la organización que se "adjudica el atentado"? Dio' mio', qué opereta!), pasó con poca gloria la presentación de un libro más de Jorge Fontevecchia, en la 36ª Feria Internacional del Libro.
Rodeado de un panel periodístico más que repúblico, ese que habla para "la gente", pregunta para la oposición y busca en el otro el error propio, il capo de Perfil no tuvo mejor idea que titular al panel como "El Periodismo bajo Fuego". Y por las dudas aclara:
¿El periodismo bajo fuego de quien? Del Gobierno, claro
A este humilde bloguero, sólo le queda la duda de cuantos periodistas muertos o heridos hemos tenido en la Argentina "culpa" del gobierno. Sí, suena animal que diga lo anterior, pero ¿acaso no es tan desatinado lo uno como lo otro? Hablar de "bajo fuego" implica, necesariamente, la instalación de un clima beligerante que sólo perjudicará a los propios periodistas. Pero los comentarios desmesurados están a la orden del día.
De todos modos, este posteo tiene por fin rescatar un párrafo de la intervención de Fontevecchia, que es el siguiente:
Pero también el periodismo está bajo el fuego de Clarín cuyos conductores parecieran haber perdido la eficacia que los llevó a la posición dominante que obtuvieron tras décadas de aciertos y ahora no paran de cometer errores como si fuera una máquina gastada. Su redacción reflejó desesperación amateur al pasar de aliado acrítico del Gobierno a opositor inclaudicable, dejando en evidencia que su línea editorial está guiada por los intereses comerciales.(hasta acá, parece que Fontevecchia había delegado la escritura de la ponencia en algún pasante de la UBA). Y sus propietarios muestran pésimos reflejos políticos al dilatar el ADN de sus principales herederos aumentando el eventual perjuicio que pueda producirle el resultado y dañándose mientras no se produce. (Acá le pasó la notebook a algún bloguero K que andaba por allí, creyendo que era el lugar donde daban los cheques de Aníbal que, por cierto, todavía no recibí) Clarín es al periodismo lo que Coca Cola a las gaseosas o Gillette a las máquinas de afeitar, por eso el desprestigio de Clarín afecta la consideración y la estima de todo el periodismo frente a la opinión pública.(Y acá es dónde siguió él, sin dudas).
Centrémonos en la última oración del párrafo anterior. En primer lugar, si el desprestigio de Clarín afecta a Fontevecchia, evidentemente hay algo que yo no sé, por no decir algún relación comercial: ¿alguien conoce algún otro interés del dueño de Perfil que no sea el comercial en el periodismo?
Pero en segundo lugar, da cuenta de un pensamiento corporativo difícil de escuchar tan directamente. En un revival de "si tocan a uno nos tocan a todos", un patrón y muchos gerentes de opinión se sentaron a defender (en última instancia) a un multimedio solo por el principio corporativo. Quizás por eso desde Perfil hay saña con actores relevantes de la blogósfera, siendo que es uno de los medios que menos la liga desde el espacio nac&pop.
Pero lo más relevante, que estaría bueno contestara Fontevecchia (pero como no lee esto no lo hará), es si considera que la crítica al actor más relevante de un espacio los "afecta a todos". Es decir, ¿la crisis de representatividad política del 2001 llamada "voto bronca" afectó a todos los partidos o solo a los mayoritarios, y por eso la izquierda consiguió meter legisladores y diputados en diversas jurisdicciones como nunca antes o después? ¿El Watergate perjudicó a los Demócratas? ¿La estatización de la deuda externa de empresas privada argentinas efectuada por Cavallo en 1982 perjudicó "a todos"? ¿No hubo acaso partidos políticos que hicieron mejores elecciones en el 2001 que ni antes ni después, un Presidente demócrata que sucedió a Nixon y algunas docenas de empresarios que se hicieron multimillonarios a costas del Estado?
¿Acaso todas las crisis afectan "a todos"?
La crisis de representación política del 2001 fue de la mano con el crecimiento electoral de agrupaciones que políticas que no estaban señaladas como responsables de los problemas que afectaban por entonces al país.
Asimismo, el Watergate afectó el rendimiento de los Republicanos en las elecciones presidenciales estadounidenses de 1976, pero no el de los demócratas, que se impusieron tras la crisis política de Nixon y su partido.
La ilegítima deuda externa argentina viene afectando el desarrollo del país desde 1982, pero son muchos los empresarios que vieron como el Estado se hacía cargo de sus pasivos financieros: ¿acaso alguien a quien le perdonaron una deuda millonaria se puede decir que "perdió"?
En suma, el problema del planteo de Fontevecchia está en las premisas de las que parte. La crisis de Clarín no afectará a todo el periodismo como él señala. Más bien, perjudicará a la prensa concentrada que solo se vale del discurso unívoco ante la sociedad.
No estamos ante la crisis de "todo el periodismo". Más bien, podemos estar ante el sismo que sacude a una manera de ejercerlo, que implica los vínculos con el establishment, las presiones comerciales y la información como bien privilegiado de intercambio. Es la crisis de una corporación que lucra con un monopolio cuyo fin se parece avizorar: el de la palabra. No es el fin de los medios, mucho menos, de la prensa o sus trabajadores. Al fin de cuentas, el periodismo es otra cosa.
Fuente de la imagen: Diario Perfil.
Fontevecchia, como Grondona y como sus amigotes, argumenta a mentiras disfrazadas de verdades con argumentos vacíos, así trabaja el periodismo de mercado desde que nació.
ResponderEliminarQue bueno compañero que aclaró que la foto la sacó de Perfil, por un momento pensé que tuvo que bancarse semejante reunión...
Abrazo peroncho
Yo sí creo que la pelea con Clarín afecta a Perfil y a muchos medios. Si algo dejará para el futuro la discusión sobre la Ley de Medios y sobre el Grupo, es la visibilización de intereses detrás del "periodismo independiente". Ya no será palabra santa lo que digan esos periodistas, trabajen en el medio que trabajen. Si su objetivo fue siempre que los lectores no piensen, que no cuestionen y que no duden de sus palabras honorables, pues bien, ya no más. Hay intereses e ideologías y desde ellos se habla y se escribe. Y esto los afecta, sin dudas. Por supuesto que no habrá muchos cambios para los que siempre dejaron claro desde donde hablan, desde su compromiso político e ideológico. Abrazos
ResponderEliminarSe imagina Coronel, bancarse ese plomazo!
ResponderEliminarResentido, me parece que estamos diciendo lo mismo en diferentes términos, si es que puede existir ese grado de coincidencia. Es el "periodismo independiente" una forma de hacer periodismo (valga la redundancia) que se está viendo cuestionada, debatida, re-pensada. El problema es que son esos mismos medios los que, sin sentido autocrítico alguno, consideran este debate como un ataque a su investidura. Y sí, los lectores se están dando cuenta. Abrazos.