La oposición al gobierno atraviesa una crisis de tamaño considerable. Tanto, que hasta sus más acérrimos defensores se dan vuelta o critican su accionar que solo persigue un objetivo: erosionar la gestión del gobierno.
Tan grande es la crisis que hoy uno de los más fervientes anti kirchenristas del staff de la tribuna de la doctrina lanza una columna de opinión en la cual matiza el desastre opositor con un "gobierno y detractores, son ambos impresentables". Claro, lo que nunca aclarará es ¿Quién empezó con todo esto?
Vayamos a la nota de Carlos Pagni en La Nación, de la que rescato algunos párrafos y comento algunas cosas:
El oficialismo que quiera ignorar, en la práctica, que está en minoría en las cámaras (bueno en realidad son todas minorías y la del oficialismo es la primera en función de su número de representantes, pero teniendo en cuenta el desmanejo del Grupo A te la dejamos pasar) cuenta con numerosos instrumentos legales para hacerlo. Es decir, para la institucionalidad argentina, el presidente sigue siendo -valga la expresión bolivariana- un rey sin corona (Epa! Al fin alguien lo dice! ¿No es una reina, acaso?). El problema no es, entonces, que los Kirchner tengan ensoñaciones monárquicas -que las tienen (bue...esto es demagogia para la tribuna de doctrina, como Giunta yendo al piso en la Bombonera), sino que la Constitución les permite concretarlas (ahí está!! Lilita, en tu cara!).
El empeño opositor no choca contra los Kirchner, sino contra la Constitución (Nobleza obliga: bien Pagni por reconocerlo). Acotar de manera eficiente los DNU se parece mucho a eliminarlos. El dictamen de anoche establece, por ejemplo, que el Congreso puede no sólo rechazar sino también anular un DNU (...) La mayoría de los constitucionalistas no concede esa atribución ni siquiera a los jueces.
Los rivales de los Kirchner descubrieron ayer que Cristina Kirchner podría escapar del grillete que le quieren imponer con la llave del veto. De allí que, a pedido de Margarita Stolbizer, introdujeran una cláusula insólita: "Esta ley no podrá ser vetada" (artículo 19). Pero ¿cómo remover una facultad constitucional por ley?
Bueno, no seguí comentando porque el artículo habla por sí solo. ¿Cómo seguirá esta novela? ¿Hasta dónde se animarán a seguir, principalmente los radicales, que piensan que serán gobierno en el 2011?
Muchas dudas y una sola certeza: esto es un escaaaaaandaaaaalooooo!
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