martes, 11 de mayo de 2010

Bartolo, poné los fideos que ya estamos todos!


Solo falta el amigo Reynaldo, que desgraciadamente confió en Vila, un tiburón del aire si los hay.

Por lo pronto, como para despreocuparse del conflicto gremial que mantiene al borde del cierre definitivo al diario Crítica de Aerolíneas (Volamos por Air Mata), la ex pluma brillante de economía, Maximiliano Montenegro, publicó un artículo en La Nación.  Estamos cerca de volver a reunir al trío de la foto...

Claro, la reunión no será para denunciar a la derecha neoliberal argentina, sino para defenderla o, al menos, darle sustento progre (puaj!) a sus argumentos. 

Montenegro cumplió con la consigna y les entregó este artículo:



Ya no se trata de señalar el déficit del Estado, al encubrir con argumentos progres los reclamos dignos de FIEL. Tampoco la idea es mostrar qué hacen con la plata de los jubilados, como si realmente fuera de ellos y no del Estado. Mucho menos el objetivo pasa por demostrar la "pasión por la caja", como acaso sin recursos se pudiera hacer algo. 

No, ahora que escribe en La Nación, el problema es el empleo público. Encima en la propia nota da cuenta de una lectura errónea, porque si mirás las cifras que da Montenegro descubrís que de dos años para acá el empleo público subió, pero ya pasó la curva ascendente. Es decir, creció pero cada vez es menos en relación al empleo generado por privados.

Lo que pasa que te tiran las cifras sueltas, una al principio de la nota ("entre abril de 2009 y el mes pasado, incorporó -el Estado-  71.651 asalariados, casi el 40% del total de los nuevos trabajos formales") y otra al final ("entre mayo de 2008 y abril de 2010 tres de cada cuatro de esos nuevos puestos se explica por contrataciones del Estado"). Así justificamos cualquier cosa, vio?

Todo, sin tener presente el peso real de la crisis durante el 2009 y una verdad en la cual Montenegro ya no cree: el Estado puede ser el motor de la economía o, llegado el caso, sostenerla cuando tiende a frenarse. Así sucedió en el 2009 y los niveles de empleo no cayeron demasiado. Y está bien que así sea, por lo menos, para los que pensamos que el Estado tiene que bregar por la defensa del trabajo y las conquistas sociales que acarrea, que también son derechos escritos en la Constitución Nacional (que no solo está llena de artículos que defienden la libertad de empresa, o de expresión monopólica)

Párrafo aparte merece el editorial del matutino que contrató a Montenegro. Dicho artículo, que recomiendo no se pierdan,  se despacha contra el gobierno  por no ayudar al diario "Crítica", el rol de algunos diputados K "en el conflicto", la pauta oficial y otras cuestiones muy serias paras los amantes de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas. 

Pero ¿y el vaciador serial de Mata? ¡No lo nombran! terrible hijaputez. No pueden ser tan caraduras de pasar por alto la responsabilidad del impresentable empresario "aéreo" (porque es rápido para volar con la guita).

Solo espero que, como ¿ex empleado? del diario en coma, Montenegro no sea el desgraciado editorialista de La Nación. Sino, estaríamos ante un nuevo caso del "Mal del Ladriprogresista Argento" (o Mal de TNembaum). Si es que ya no lo estamos...


Fuente de la imagen: ¡El blog de Majul!

1 comentario:

  1. Lo que es gracioso también es que la nota dice 3 de cada 4 empleos. Y adentro dice que "casi el 40%" de los empleos creados son estatales.

    Tiene que afinar el lápiz, el señor.

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