Haciendo gala de la libertad de expresión monópolica que les compete, y garcandose en la ética y los buenos usos del periodismo, el gran tabloide argentino dice que "hackean y difunden mails de la embajadora Alicia Castro". Claro, por las comisiones que son coimas (para Clarín).
La nota hace gala del típico estilo del pasquín con un primer párrafo memorable: La casilla del mail personal de la embajadora argentina en Venezuela, Alicia Castro, está intervenida. Varios de sus correos con información oficial y personal fueron difundidos en la Web. La intervención de los correos electrónicos privados es un delito (Marche un majulismo!)
En su clave y mundo paralelo, Clarín no solo deja de decir quién (si lo sabe) y por qué medios "intervino" la casilla de correos de Castro o, al menos, difundió los mails, sino que reproduce el contenido de esas comunicaciones privadas, que no estaban destinadas a ver la luz. ¿Y el derecho a la privacidad?
¿Se imaginan que dirían si esto le hubiese pasado a Majul?
Escaaaaaaaaaaaaaaaannnnndaaaalooooooooosoooooooo! Habrá muertos, miles de muertos!
Eso en mi país se llama complicidad y no se si no hay tambien apología del delito
ResponderEliminarEs un delito.
ResponderEliminarPero me parece que intenta ser un apriete, más que otra cosa.
fueron ellos, los de Clarín, que pincharon los mails, o sus empleados, o el fino palacios, todo lo mismo... delincuentes.
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