miércoles, 1 de septiembre de 2010

La política negada


La "toma" de escuelas porteñas por parte de alumnos está dejando rollos de tela para cortar, diría una modista. Uno de los principales es la constante negación de la política en la cual incurre PRO, desde sus más altas esferas dirigenciales. 

Tanto el Ministro Bullrich como el Jefe de Gabinete Rodríguez Larreta han señalado la protesta estudiantil como "política", buscando con esto deslegitimar los reclamos por techos agujereados, pisos rotos, mampostería en estado de demolición o calefacciones virtuales, solo vistas en algún tweet de un funcionario. 

Es decir, PRO reconoce los problemas y que teniendo los fondos para hacer las obras no las hace, pero el problema es que la "toma" de escuelas es "política".

Es "política" la decisión de tomar edificios públicos, pero no la de garantizar espacios dignos. Es decir, no es una decisión política el correcto mantenimiento y los arreglos. 

Es "política" la decisión de interrumpir el ciclo lectivo por parte de los estudiantes, pero no lo es que corra riesgos la integridad física de los alumnos por los desprendimientos en techos y paredes. 

Es "política" la decisión de ser "de izquierda" o "chavista", pero no lo es la decisión de ser PRO. Eso es ser "normal", "apolítico", según se desprende de los interesantes razonamientos de Rodríguez Larreta, pensador contemporáneo. 

Mejor dicho, es "política" tener ideología "chavista" o de "izquierda", pero no lo es cuando las ideas tienden a la derecha, si es que ya no están recostadas allí. 

Los estudiantes hacen política, ocupan escuelas. PRO no hace política...¿gestiona sin política? Claro, ahí se entiende. PRO no toma decisiones políticas, por eso no se reparan  los edificios escolares, aún con las partidas presupuestarias  para hacerlo (si es que no las reasignaron para tapar baches).

PRO no hace política...¿Qué hace PRO? 

La "toma" de escuelas

Está claro que los medios de comunicación tienen que simplificar la lectura de las cosas, favorecer su rápida interpretación y orientar al lector/espectador/oyente. No se puede discutir todo el "sentido común" que los medios pregonan porque si se pusiera todo en análisis los canales de noticias estarían plagados de semiólogos o lingüistas, hablando con el diccionario en la mano.

Pero hay cuestiones que merecen ser analizadas, pensadas, discutidas. Una de ellas es la idea de "escuela tomada". 

Desde siempre, incluso por parte de los propios estudiantes, se habla de "tomar" el establecimiento. Pasa en facultades, escuelas y edificios públicos. Es la manera directa de hacer saber la existencia de un plan de lucha o un conflicto. Los medios lo reflejan del mismo modo. 

Ahora bien, debería pensarse en la utilización de un término diferente. ¿Se puede acusar a los estudiantes de tomar su propia escuela? "La escuela es del Estado", dirán los liberales o burócratas. Pero ¿Cual es la razón de ser de un colegio? ¿Generar puestos de trabajo para estudiantes de profesorados? ¿Incrementar el "gasto público"? ¿Garantizar la subsistencia del lobby de fabricantes de tizas, borradores o guardapolvos? 

La razón de ser de una escuela son los alumnos. Sin estos, no hay escuela. No son un actor necesario del sistema educativo, son  la clave de su existencia, sin más. ¿Se puede acusar a los estudiantes de "tomar" algo tan propio como su escuela?

Los alumnos no toman escuelas, porque las escuelas son de ellos. Y es por eso que las defienden haciendo política, mientras otros, paradójicamente, deciden el destino de sus obras sin tomar decisiones y, más paradójico aún, gestionan sin política. Misterios del idioma español que se habla en el Río de la Plata...

1 comentario:

  1. En los nuevos paradigmas culturales, desde Foucault en adelante, se critica el concepto de "normalidad". Pero no me cabe duda de que esta gente es ANORMAL

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