Coca-Cola o la eterna resignificación del mercado

Existe una confusión más o menos compartida respecto a cual es la canción del mundial y si hay solo un tema oficial. La realidad, que recordemos es la única mentira, nos muestra el "Waka-Waka" de Shakira, versión pésima de un aparente tema tradicional de una tribu de Sudáfrica según pudo leer en algún lado este absoluto ignorante de cuestiones culturales africanas. Pero también aparece "Wavin Flag", cantada en español por el ídem David Bisbal  y  en inglés por K'naan, de origen somalí.

Buceando un poco sobre el tema, nos enteramos que la jocosa canción de las banderas, en realidad es la cortina de la campaña mundial de Coca-Cola. Sumergiéndonos un poco más, descubrimos que la canción, en realidad, tenía otra letra. 

No es la primera vez que una gran marca cambia la letra de una canción para, obviamente, promocionarse.

La gaseosa es pionera en eso, tiene una (ops!) tradición en la materia. Lo más loco de todo es cómo resignifican una canción bellísima en un culto a la fiesta y el fútbol. No está mal, obvio, solo que lo hace "Coke". Y me cae como el orto, que quieren que les diga. En un mundo donde hay grandes shoppings llamados "Mandela", "Marx", "Lenin" o "Allende", por citar algunos casos, no debería sorprender. 

Digamos que no me sorprende. Pero no me termino de acostumbrar a cómo el mercado vacía de sentido nombres importantes para las luchas populares o de liberación. Todo se vuelve una marca. Todo se vuelve una bosta.

En fin, es lo que pienso luego de escuchar y leer la letra original de Wavin Flag. La pueden ver acá abajo. Eso sí, está desenchufada y algo desafinada. Pero vale la pena. Son solo cuatro minutos. Después me cuentan.