Qué lindo es dar malas noticias!

El Gran Tabloide Argento asumió por leit motiv bajar permanentemente malas noticias. La línea se nota desde hace rato en los zócalos de "Todo Negativo" y viene ganando espacio dentro de las páginas del pasquín. Ahora bien, esta expansión ya superó las secciones  previsibles ( "Política", "Economía" y "Sociedad"). 

Como primer avance que el fin del mundo es inminente, Clarín ahora publica malas noticias de cualquier parte del mundo. Bueno, en realidad, el problema es de sus editores, quienes en su afán de sembrar la desesperanza pueden cometer pifias terribles como esta, publicada el 12/08/2010:

Terrible, no? Seguramente es el mismo editor que hoy habla de "milagro" para explicar lo sucedido. 

Pero dejemos que los hermanos chilenos rescaten a  los mineros en tranquilidad. Volvamos de este lado de la cordillera, tierra de la mala onda. 

En el día de ayer, en medio de las columnas corporativas del grupo por la legal quita de licencia a una compañía inexistente, aparecía una noticia cuyo título no dejaba demasiado hueco para la buena onda:

Tremendo señora. Sí, y el gobierno deja que cada vez más violadores anden sueltos por ahí, seguramente, porque ya no tienen que ir a trabajar, dado que deben comer gracias a alguno de esos subsidios que reparten con la plata de sus impuestos. "¿Quién nos protege, eh?"

Si Usted es de las personas que no pasa del copete, ha de haberse indigestado con los ravioles del domingo (encima con el resto de las notas de la edición de ayer...mamita! Feliz domingo para todos!). Pero si acaso siguió leyendo se encontró con este párrafo: La tendencia, de acuerdo a los expertos, no estaría relacionada tanto a un aumento en las violaciones sino a una pérdida del miedo a denunciar y a la existencia de organismos específicos que le dan contención a la víctima.

Ah, entonces no es que hay más violadores sueltos culpa del Estado sino que, por la mayor presencia del mismo a la hora de combatir este tipo de delitos, las víctimas tienen mayor y mejor acompañamiento en su proceso y, por lo tanto, se animan a hacer la denuncia. Es decir, creció el registro de las violaciones, pero no el hecho en sí. 

¿Y no será mucho titular de ese modo? ¡Qué lindo que es dar malas noticias!